¿Cómo empezar un negocio?
Comenzar un negocio puede ser una de las experiencias más gratificantes a largo plazo, pero es un camino largo y sinuoso que no muchas personas están dispuestas a tomar, y quienes lo hacen a menudo no logran llegar a la meta.
Lo cierto es que dirigir tu propio negocio impactará notablemente tu vida y las de quienes te rodean. Si estás pensando en hacerlo, en este artículo te compartiremos algunos tips y los pasos esenciales para crear una empresa.
Si es tu primera vez en el mundo del emprendedurismo, quizá la experiencia de otros emprendedores (tanto sus aciertos como sus errores) que han estado precisamente en la encrucijada profesional en la que te encuentras actualmente te sea de gran utilidad para convertir en realidad tus sueños de crear una pequeña empresa.
Por eso, hablar con otros emprendedores es quizá lo mejor que puedas hacer para comenzar a familiarizarte con el estilo de vida y despejar las principales dudas que tengas antes de embarcarte de lleno en esta tarea.
Crear un negocio es algo que requiere planeación, tomar decisiones financieras y realizar una serie de papeleo y actividades legales. De acuerdo con la Administración de Pequeñas Empresas (SBA, por sus siglas en inglés), existen diez pasos fundamentales para comenzar una compañía. A continuación examinaremos los más importantes.
Aterrizar la idea
Todas las empresas comienzan con una idea, pero no todas las ideas tienen el potencial para convertirse en empresas. Por ese motivo es muy importante pensar en las posibilidades prácticas de tu idea de negocio y mantener los pies en la tierra.
Para lograr lo anterior será de mucha importancia cuestionar la viabilidad de tu idea y hacerse algunas preguntas que te ayudarán a saber dónde estás parado. Shopify sintetiza este proceso en cuatro grandes preguntas, que son:
¿Cuál es la competencia potencial?
¿Existen restricciones o regulaciones en ese campo?
¿Tiene potencial de crecimiento?
¿En qué industria y/o mercado se inserta?
Conocer el mercado, el sector, la competencia y las posibilidades que tiene tu idea de surgir te ayudará a definir, delinear y refinar tus opciones. Con una investigación de mercado sabrás si tienes una oportunidad real de convertir tu idea en un negocio exitoso. Entre más información tengas, más fácil será encontrar una ventaja competitiva y un diferenciador que te ayuden a convertir tu idea en una empresa con posibilidades de prosperar.
Por otro lado, comprender las razones por las que quieres iniciar un emprendimiento te dará una perspectiva más clara de tus objetivos. El CEO de Awake Consulting, Glenn Gutek, afirmó en una entrevista que siempre hay que comenzar por el porqué:
“Es bueno saber por qué estás lanzando tu negocio. En este proceso puede ser de mucha utilidad diferenciar si tu empresa está respaldada por una razón personal o una razón del mercado, tendencia o nicho. Cuando tu razón se centra en satisfacer una necesidad del mercado, tu oportunidad de negocio siempre será mayor que la de un negocio que solamente surge por una necesidad personal”.
Elegir el nombre de tu empresa
No es fácil encontrar un nombre adecuado para tu empresa. Se trata de un punto crucial, ya que es el modo en el que te darás a conocer al mundo y, por lo tanto, debes considerar a este paso como tu primera decisión de marketing.
Debes elegir un nombre que refleje tu visión, capture tu espíritu y, de alguna forma, deje claro a qué está dedicada la empresa. Todo esto pensando en que debe ser corto y fácil de recordar; es decir, memorable.
Crear un plan de negocios
Harvard Business Review asegura que las startups que elaboran un plan de negocios tienen hasta un 16% más posibilidades de éxito que aquellas que no lo hacen.
Para ponerlo en términos muy simples, un plan de negocio es, básicamente, un documento en el cual se establecen las ideas básicas que sustentan a una empresa y funciona como la hoja de ruta de todo emprendimiento. Además, este documento será necesario para convencer a la gente de trabajar contigo y de que tu empresa vale la pena; es un requisito para atraer inversionistas.
Un plan de negocios te ayudará a establecer los objetivos y el propósito de tu empresa, tu target y tus metas.
Evaluar el aspecto financiero
Para comenzar cualquier empresa necesitarás fondos. Saber cuánto dinero necesitarás para ponerte en marcha y cómo manejar el flujo de dinero una vez que empieces a tener ventas será básico para la sobrevivencia de tu compañía.
Determinar cuánto dinero requieres para comenzar y la forma en la que lo conseguirás (ya sea con dinero propio, mediante un préstamo o captando capital de inversionistas) es el punto de partida para poder echar a andar a tu empresa realmente.
Debes tener en mente que muchas empresas que inician no logran sobrevivir porque se quedan sin fondos antes de ser rentables. Por esta razón algunos expertos recomiendan calcular las necesidades económicas de la empresa y añadir un excedente, pues casi siempre surgen gastos que no estaban presupuestados inicialmente, y eso, en el comienzo de cualquier empresa, puede no solo ralentizar el proceso de establecimiento, sino terminar siendo fatal.
Uno de los consejos más útiles para los empresarios novatos es mantener las finanzas personales y profesionales separadas. Por eso debes abrir una cuenta bancaria empresarial y llevar las cuentas claras.
Desarrollar los productos o servicios
Este es el corazón de tu empresa, así que debes entregarte de lleno a la tarea del desarrollo de producto.
¿Los productos que venderás serán creados in-house o la manufactura será tercerizada? Preguntas de este tipo te ayudarán a conocer mejor tus necesidades y costos, así como qué clase de infraestructura y capital humano requieres, cómo deberán estar conformados tus equipos de trabajo, etc.
El proceso de desarrollo de los productos suele constar de tres etapas para evaluar su viabilidad:
Ideación. Tener la idea de un nuevo producto o servicio que sea atractivo, cubra una necesidad de mercado y esté claramente diferenciado de la competencia es un objetivo nada fácil de lograr. Para lograrlo existen algunos métodos probados, como el modelo SCAMPER, que considera una serie de pasos a llevar a cabo tras evaluar productos existentes: sustituir, combinar, adaptar, modificar, pensar en otro uso, eliminar y revertir.
Prototipado. Experimentar y explorar las posibilidades de tus productos ayudará a eliminar lo que no funciona y realizar mejoras hasta encontrar el producto ideal.
Costo de producción. Con la información anterior podrás ser capaz de eficientar procesos para reducir los costos y poder obtener un mayor margen con tus ventas.
Elegir una estructura empresarial
Algunos aspectos de importancia, tales como los requerimientos legales, la fiscalización o las operaciones, dependen del tipo de empresa que desees constituir. Por eso es importante conocer los tipos de organización que se pueden conformar y elegir la que se ajuste mejor a tus intereses y objetivos.
Para elegir el tipo de empresa que vas a constituir debes tomar en cuenta el rubro, el personal, la operatividad y la estructura principal (si serás el único dueño o tienes socios, por ejemplo). Consultar a un abogado y a un experto en temas fiscales te ayudará a despejar las dudas, elegir la mejor opción para ti y comenzar el papeleo.
Encuentra una ubicación
Hoy en día ya no es necesario contar con una ubicación física. Con el boom del e-commerce y la hiperconectividad cada vez es más común constituir una empresa enteramente virtual.
En ocasiones basta con acondicionar un pequeño espacio de trabajo con una computadora y conexión a internet bastará para comenzar a operar, pero debes tener en mente las necesidades futuras de tu empresa en cuanto a inventario, colaboradores y entregas.
Establecer el sistema de trabajo
Ahora que ya conoces tus necesidades y objetivos claramente, puedes comenzar a establecer las posiciones que requerirás en tu empresa y a contratar a tu equipo de trabajo.
Considerar las áreas imprescindibles de tu empresa y establecer un flujo de trabajo claro que ayudará comenzar a operar rápidamente. Diseño, marketing y logística quizá baste para realizar tu primera venta.
Como hemos visto, crear una empresa es un proceso que puede resultar complicado si se hace de manera improvisada, pero estamos seguros de que con estos sencillos pasos, podrás hacerlo y en menos de lo que te imaginas te habrás convertido en un emprendedor.